Las exfoliaciones químicas se han convertido en uno de los pilares de la medica estética, sobre todo en el ámbito del rejuvenecimiento facial. Actualmente, los peelings son el tercer procedimiento no quirúrgico más realizado después de la aplicación de toxina botulínica y rellenos dérmicos. A pesar de que la tecnología de rejuvenecimiento con láser ha tenido un auge en los últimos años, los peelings se mantienen como una excelente opción para mejorar la textura, el color y la elasticidad de la piel del rostro. Los peelings químicos ofrecen resultados clínicos consistentes y predecibles, muy superiores a otros tratamientos exfoliantes, siempre y cuando se utilicen en el paciente adecuado y se apliquen correctamente sobre la piel. Por lo tanto, estos agentes continúan siendo una herramienta indispensable en la práctica clínica del cirujano oculoplástico.

Anatomía de la piel del rostro y los efectos del envejecimiento

Nuestra piel consta de tres capas: la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo. Las dos capas más superficiales (epidermis y dermis) son relevantes para entender cómo funcionan los peelings químicos. La epidermis es la capa más externa de la piel, compuesta a su vez por cinco subcapas. La epidermis cumple la función de una barrera impermeable, protegiendo la piel de los efectos del sol, la polución y los gérmenes. El estrato córneo es la capa más externa de la epidermis y se compone principalmente de células muertas. Estas células se descaman constantemente para que las células más jóvenes tomen su lugar. El estrato córneo actúa como una capa protectora natural y evita la deshidratación.

La dermis es la capa que se encuentra por debajo de la epidermis y está formada por fibras de colágeno y elastina. Estos componentes son vitales para mantener la firmeza, elasticidad e integridad de la piel. Los folículos pilosos, las glándulas y los vasos sanguíneos también se encuentran en la dermis. La degradación del colágeno y la elastina con los años es una de las principales causas del envejecimiento facial.

El envejecimiento cutáneo sucede por factores genéticos y ambientales. El envejecimiento genético comienza a mediados de los 20 (tercera década), pero es diferente en todas las personas en función de su composición genética. Con el paso del tiempo se empieza a degradar el colágeno y la elastina, las fibras responsables de otorgarle firmeza y elasticidad a la piel, y su lenta degradación provoca los signos del envejecimiento:

  • Adelgazamiento de la piel
  • Manchas y dispersión de pigmento
  • Color amarillento o verdoso (piel cetrina)
  • Cutis deshidratada y con tonos apagados
  • Arrugas finas o profundas

Por otro lado, existen factores ambientales que provocan que nuestra piel se deteriore si nos exponemos a ellos. La luz ultravioleta, el estrés y el tabaquismo son ejemplos de los agentes que aceleran el envejecimiento extrínseco del rostro.

La causa número uno del envejecimiento extrínseco es la exposición al sol. El daño cutáneo causado ​​por el sol se conoce como “fotoenvejecimiento”. Un signo clásico del fotoenvejecimiento es la pigmentación de la piel, que se caracteriza por un tono de piel amarillento, distribución irregular del pigmento cutáneo y manchas solares. Otra causa del envejecimiento extrínseco es el tabaquismo, que es devastador para la salud de la piel.

Nuestras expresiones y movimientos faciales también causan envejecimiento cutáneo. Con los años, el movimiento constante de los músculos de la cara tallará líneas profundas en la piel. La aplicación de toxina botulínica relaja los músculos de la expresión facial y trata eficazmente las líneas de expresión.

¿Cómo funcionan los peelings químicos en la piel?

El peeling es un método de exfoliación inducido por agentes cáusticos que penetran las capas de la piel y producen cambios estructurales que regeneran el tejido cutáneo de manera homogénea y predecible. Un peeling químico provoca una herida similar a una quemadura con el propósito de aprovechar los mecanismos de reparación cutánea, los cuales estimulan el engrosamiento de la epidermis, la formación de nuevo colágeno y elastina en la dermis, y producen una tez vibrante que es más firme, saludable y joven.

Profundidad de los peelings químicos

Los peelings se clasifican según la profundidad de la herida ocasionada por el agente cáustico y su naturaleza química. La profundidad del peeling determina la intensidad de su efecto sobre las diferentes capas de la piel y su impacto clínico. Cuanto más profundo sea el peeling, mayor será el tiempo de recuperación. El tipo de sustancia química, su concentración, modo de aplicación y número de capas, entre otros factores, determinan la profundidad del peeling.

Los peelings superficiales actúan únicamente sobre la epidermis. La exfoliación mejora la textura de la piel, disminuye las arrugas más finas y corrige algunas manchas. Estos cambios son sutiles, como si fuéramos a pulir imperfecciones cutáneas sin eliminarlas por completo.

Por otro lado, existen los peelings de profundidad media, los cuales penetran toda la epidermis y parte de la dermis. Al ser más profundo, este tipo de peeling tiene mayor impacto sobre cicatrices y ofrece mejores resultados en el tratamiento de arrugas y manchas.  

Finalmente, los peelings profundos penetran la epidermis hasta llegar a las capas más profundas de la dermis. La profundidad de la herida es tal que logran estimular la formación de colágeno y elastina, alcanzando el mayor nivel de regeneración de la piel. Estos peelings son ideales para corregir el fotoenvejecimiento avanzado y tratar las arrugas más profundas.

Agentes cáusticos utilizados como peelings

El efecto clínico que tiene un peeling sobre la piel depende de su composición química. La selección del agente cáustico depende de las necesidades y expectativas de cada paciente, su tipo de piel, y la capacidad para tolerar el período de recuperación.

La mayoría de los agentes cáusticos pertenecen a una de las siguientes tres categorías: alfa-hidroxiácidos, beta-hidroxiácidos y ácido tricloroacético. Otros peelings pueden usarse solos o combinados con los agentes mencionados, aunque su uso es menos frecuente en Costa Rica.

¿Cuál es el método de aplicación de los peelings?

Como se mencionó anteriormente, el tipo de agente químico debe seleccionarse en función del tipo de piel, el grado de envejecimiento y los objetivos de cada paciente. Después de escoger el peeling adecuado, el médico debe aplicarlo empleando la técnica correcta para obtener los mejores resultados y evitar complicaciones. 

Antes de aplicar el agente cáustico, la piel debe estar limpia y libre de grasa. Este paso es sumamente importante para los peelings hidrosolubles como el ácido glicólico. No obstante, esta indicación debe acatarse para todos los peelings, ya que los aceites superficiales y la suciedad impedirán que la sustancia penetre bien la epidermis.

Peelings superficiales

Los peelings superficiales se pueden realizar en un consultorio con el paciente despierto. Después de limpiar la piel, el médico aplica la primera capa del agente químico con sumo cuidado, asegurándose de distribuir el agente uniformemente en la zona que desea tratar.

Dado que la exfoliación causa ardor, a los pacientes se les proporciona un ventilador para brindar comodidad durante la aplicación. Después de la primera capa, se le pide al paciente que califique el nivel de ardor en una escala del 1 al 10; se pueden aplicar una o dos capas más del agente químico de acuerdo con la tolerancia al dolor.

Peelings medios y profundos

Los peelings medios y profundos se realizan con sedación intravenosa por la intensidad del dolor que producen al aplicarlos sobre la piel. Además, el anestesiólogo emplea medicamentos antiinflamatorios durante el procedimiento para disminuir las molestias en el postoperatorio. Los AINES ayudan a reducir la hinchazón y el dolor y, a menudo, se administran antes del procedimiento. Los pacientes que se someten a peelings profundos deben ser monitoreados ya que estos agentes pueden tener efectos tóxicos en el corazón, el hígado y los riñones.

Cuidado de la piel después de un peeling

Es normal experimentar hinchazón, enrojecimiento y descamación de la piel después de un peeling. Cuanto más profundo sea el peeling, más pronunciados y prolongados serán estos síntomas y, por lo tanto, el tiempo de recuperación será más prolongado. En los casos en que el peeling se aplica en los párpados, las mejillas y alrededor de las cejas, la hinchazón puede ser tal que los ojos se cierran durante las primeras 24 horas.

Los medicamentos como el ibuprofeno y dexketoprofeno suelen ser efectivos para aliviar el dolor y la hinchazón posteriores al procedimiento. Se indica a los pacientes que enjuaguen la piel con vinagre diluido en agua destilada y apliquen compresas frías. Se debe aplicar un emoliente suave como vaselina para bebés o Aquaphor en las áreas tratadas al menos dos veces al día hasta que se regenere la piel.

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